Para los entusísmicos

Animación que muestra los terremotos ocurridos en Japón de enero a octubre de 2011:



A muchos os hablé de este video: "A Fukushima le duele la barriga". Aunque no entendáis japonés creo que resulta bastante didáctico...



A ver cómo sigue evolucionando la cosa. Ahora parece que hace una otra fuga de agua radiactiva, esperemos que no tenga consecuencias importantes. Por lo demás, seguimos con las pequeñas réplicas frecuentes pero eso ya es parte de la rutina :-)

Para los entusísmicos

Animación que muestra los terremotos ocurridos en Japón de enero a octubre de 2011:



A muchos os hablé de este video: "A Fukushima le duele la barriga". Aunque no entendáis japonés creo que resulta bastante didáctico...



A ver cómo sigue evolucionando la cosa. Ahora parece que hace una otra fuga de agua radiactiva, esperemos que no tenga consecuencias importantes. Por lo demás, seguimos con las pequeñas réplicas frecuentes pero eso ya es parte de la rutina :-)

Para los entusísmicos

Animación que muestra los terremotos ocurridos en Japón de enero a octubre de 2011:



A muchos os hablé de este video: "A Fukushima le duele la barriga". Aunque no entendáis japonés creo que resulta bastante didáctico...



A ver cómo sigue evolucionando la cosa. Ahora parece que hace una otra fuga de agua radiactiva, esperemos que no tenga consecuencias importantes. Por lo demás, seguimos con las pequeñas réplicas frecuentes pero eso ya es parte de la rutina :-)

Retomamos la emisión

Una de las obras en exposición en el Hospital Tamai





Tras toda esperanza de actualización perdida, los servicios de emergencia han logrado por fin acceder a un nuevo post e incluso recauchutar el diseño del blog, aunque sé que los diseñadores en la sala seguirán echándose las manos a la cabeza por mi flagrante desafío a todas las leyes del buen diseño ("joven y dinámico") y la legibilidad. ¿Pero quién dijo que ser zombi fuera fácil?

Cuando regresé de mis vacaciones en España (como dicen siempre en las novelas suecas) estuve unas semanas de arresto domiciliario en mi celda, porque una serie de factores: a) no llegué a tiempo de firmar la beca y me encontré por un tiempo en la más solemne indigencia; b) casi todos mis amigos y conocidos estaban en paradero desconocido o de viaje (en palabras de una abuelilla voluntaria "esta residencia parece un hospital") c) no pasaba de nada a mi alrededor y sabes que estás rebasando una línea de aburrimiento peligrosa cuando te alegras de que venga un tifón para que anime un poco el ambiente.

Tras un tiempo encallada en este Mar de los Sargazos al fin comenzó el nuevo semestre y como suele ocurrir en estos casos, rápidamente pasé a tener tantas cosas que hacer que lo que no tenía era tiempo de actualizar (así es la vida). Como resultado he ido acumulando algunas experiencias variadas que paso a contaros en modo de titulares:

  • Golpe en la Pequeña Edo: Estuve de viaje en Koedo Kawagoe o la "Pequeña Edo", donde se fabrica la cerveza Coedo y que mentiene algunos ejemplos del modelo de casa-almacén  tradicional, que parece ser sobrevivieron a los bombardeos ya que gracias a estar pintadas de negro los aviadores las pasaron por alto.

  • Indiana Jones y el templo...ninja: También estuve de viaje por Kanazawa a la que llaman la "Pequeña Kioto", que tiene muchas cosas interesantes que ver como auténticas casas de geishas, un museo de arte contemporáneo muy apañado, o el Myoryu-ji o "Ninja Dera" (Templo-Ninja), que es un templo budista al que un señor feudal algo paranoico llenó de trampas mortales para sus enemigos. Hay que llamar para reservar la visita, pero merece la pena: puertas falsas, abismos, pasadizos secretos y la impactante sala de 4 tatamis (para los japoneses el número 4 es como el 13 para los occidentales, porque una de sus lecturas es "shi", como la del ideograma de muerte). El tatami ya sabéis que es el tipo de suelo tradicional japonés, como una estera de hierba prensada, pero además es una medida de superficie para habitaciones. En Japón no hay salas de cuatro tatamis porque es de mal agüero...excepto ésta. ¿Por qué? Pues porque esta destinada exclusivamente al suicidio de los generales caídos en desgracia  a los que conducían hasta ahí para que cometieran el seppuku y para estar seguros de que a nadie le flaqueaba la voluntad, la habitación no podía abrirse desde dentro...Esta historia me recuerda (ya que estamos con la truculencia) al "Chitenjo" (techo sangriento) del templo Shodenji en Kioto: http://kyoto.asanoxn.com/places/nishikamo/shodenji.htm . En el año 1600 un grupo de samurais tuvieron que realizar el seppuku cuando supieron que iban a ser derrotados (se ve que la rendición no era una opción) y tardaron varios días en encontrarlos. Cuando al final lo hicieron la sangre empapaba tanto la madera que era imposible limpiarla y decidieron usar las tablas para construir el techo de un templo budista y orar por sus almas. Estuve allí este verano y aparte de que el templo en sí es precioso, impresiona ver el techo sangriento y si tienes mucha curiosidad hay un abuelo que explica las marcas y la reconstrucción de los cuerpos.

Almuerzo en Takayama. El plato típico consiste en carne de ternera asada con verduras y pasta de miso sobre una hoja de magnolia en un infiernillo de barro (¡suena bien y sabe mejor!).

  • Perdida en la Necrópolis: De camino a Kanazawa pasé por Takayama, una deliciosa localidad junto a los Alpes japoneses, casas antiguas casas de comerciantes y un laberinto de senderos de varios kilómetros alrededor de templos budistas, santearios shinto y cementerios. Esto último fue lo que más me gustó de todo. Estuve perdida por allí durante horas (a veces literalmente) sin ninguna otra presencia humana en casi todo el trayecto, lo cual en algunos momentos pasó de emocionante a ligeramente inquietante, como cuando te ves a última hora de la tarde atravesando un cementerio antiguo en un espeso bosque de árboles altísimos sin otro sonido que las hojas otoñales que caen alrededor y acabas en un santuario sintoísta abandonado, con todos los amuletos totalmente ajados y una atmósfera de lo más decadente. Así que te ves buscando el camino de vuelta entre lápidas musgosas, sabiendo que estás a varios kilómetros de toda civilización e intentando mientras alejar tu mente de imágenes de fantasmas o locos con objetos punzantes...Al final conseguí completar el recorrido y atravesé otro bosque centenario (este más en plan Totoro) justo a tiempo, porque se me estaba haciendo de noche y estaba sin linterna (no intenten hacer esto en sus casas), por lo que el último tramo de senda se intuía más que verse. Al final logré llegar a bien puerto sin perderme (lo adrenalina siempre ayuda) y acabé un día emocionante con los pies felizmente sumergidos en una fuente termal.
  • Oh Mummy! Siguiendo con el género de terror, estuve en una fiesta de Halloween en un hospital abandonado, el Tamai Hospital en Shibuya. Entrabas por la morgue, tenías que llevar tu propia linterna (lo que siempre ambienta) y te daban un mapa para que fueras a la caza y captura de las obras que varios artistas contemporaneos habían escondido en sus salas. Aunque había demasiada gente como para que resultara verdaderamente apestiñante, cuando veías el mobiliario y el ambiente (muy de videojuego) resulta fácil comprender por qué el sitio había sido usado como escenario de  películas. Además algunos de los visitantes se habían disfrazado con esmero, entre los que cabe destacar dos chicas que iban vestidas de momias-mellizas-tuertas-con lentilla de color (en el ojo sano). De dónde se sacaron la innovadora combinación de momia, siamesas y tuertas o cómo se las arreglarían para ir al baño son cuestiones que dejamos para la elucubración de nuestros lectores porque al día de hoy no disponemos de más datos en la redacción.
  • Babel: Completando mi colección de trabajos extraños, he trabajado como intérprete japonés-español en una boda con ceremonia shintoísta en el Meiji Jingu, que es el santuario Shinto más importante de Tokio. Con lo ceremoniosos y amantes de la tradición que son los japoneses podéis imaginar lo complicado que es todo el proceso de una ceremonia de boda y la posterior celebración, porque todo tiene un endiablado nombre en japonés antiguo y un dichoso simbolismo. De hecho en los discursos de los familiares durante el convite hay una lista de más de cien palabras que están prohibidas como "terminar", "cortar", "separar"... http://enavi.tank.jp/c/imikotoba50.html (para el que no se lo crea).  Por supuesto la persona a la que estaba traduciendo las dijo todas y alguna más que seguro que a partir de ahora también estará prohibida, así que os podéis imaginar cómo sudé tinta de todos los colores (el increíble caso del calamar mutante), por lo que quizá no es casualidad que el día antes me desmayé por primera vez, como las damas de antaño...¡en el tren! menos mal que iba con amigos y unos mozos recios me recogieron antes de que diera con mis huesos en el suelo. Estaba tan atacada el día de la boda (que la que parecía que se casaba era yo) que además perdí el móvil. Por fortuna (como ya le comenté a alguien), en Japón no tienes garantía de que alguien vaya a echarte una mano si te desmayas, pero tienes la total seguridad de que recuperarás tu móvil perdido. Esa misma noche ya lo tenía localizado. Pero a pesar de todo el estrés fue una experiencia muy interesante, he visto cosas que pocos extranjeros tienen la oportunidad de ver y como andaban cortos de personal guiri, hasta acabé en primera línea en las fotos oficiales de la boda...además la pareja de novios era muy entrañable, así que el balance al final ha sido positivo.   

  • Mundo extraño: Para alguien que tiene mi facilidad para mimetizarse con el tomate, al final acabo siempre metida en los fregados más extraños y es que me pierde la atracción fatal por las situaciones surrealistas...cada uno tiene sus vicios. Para empezar ya me he visto tocando en dos conciertos de koto (arpa japonesa), en uno de ellos incluso en yukata (kimono de algodón), para más inri (la próxima cita en la gira será en febrero). Para seguir, mucho me temo que posiblemente saldré en el próximo episodio de "Callejeros Viajeros" en Tokio de Cuatro, para la próxima temporada a partir de enero. Por azares del destino se supone que yo iba a un karaoke a "hacer bulto" en plan extra, pero por necesidades del guión me acabé viendo a mí misma desgañitándome delante de la cámara cantando "La camisa negra" o compartiendo con los reporteros mis sesudas (y gratuitas) reflexiones. Tan sólo espero que durante el proceso de edición alguien tenga un mínimo de lucidez y por el bien y la cordura de los telespectadores decida ahorrarnos todo ese bochornoso espectáculo...Como parece que no tuve bastante, la atracción del abismo me empujó a enviar mi CV para el casting de presentador de programa de tv/radio o actor de mini teatros para el programa de español de la televisón pública japonesa. Lo curioso es que hoy he recibido un mail diciendo que he pasado la selección para la audición, esto cada vez se parece más a Fama...No os preocupéis que las posibilidades de que pase el casting son mínimas, pero ¿y lo gracioso que tiene que ser ir allí al plató a hacer el indio en la entrevista? Por cierto que anque no lo parezca, aparte de hacer el mono también me dedico a buscar trabajo de verdad y de hecho el martes tuve una entrevista para hacer un internship en un centro de arte (si me aceptan volvemos a trabajar gratis que es lo que se lleva ahora). El viaje de ida también fue accidentado porque hubo un "accidente personal" momentos antes de que entrara en la estación y justo cuando llegué estaban limpiando todo el desastre. Fue un rato muy angustioso porque no podía hacer otra cosa que estar allí esperando el siguiente tren, vuelta de espaldas porque sabía que como viera algo a) vomitaría b) lloraría c) me desmayaría y esta vez no tenía cerca mozos recios que me salvaran o d) todo lo anterior. A diferencia de mí, toda la gente en el andén se dedicaba a mirar morbosamente (aunque gracias al cielo los equipos de emergencia colocaron un biombo estratégicamente) y yo quería abofetearlos a todos, menos al niño que estaba llorando (alguien con un poco de sangre en la venas, gracias). Huelga decir que llegué un poco en shock a la entrevista, lo único bueno es que después de eso ya no estaba ni nerviosa, ¿y cómo estarlo por algo tan trivial como una entrevista? Decididamente éste es un mundo extraño...

Seguiremos informando.

Retomamos la emisión

Una de las obras en exposición en el Hospital Tamai





Tras toda esperanza de actualización perdida, los servicios de emergencia han logrado por fin acceder a un nuevo post e incluso recauchutar el diseño del blog, aunque sé que los diseñadores en la sala seguirán echándose las manos a la cabeza por mi flagrante desafío a todas las leyes del buen diseño ("joven y dinámico") y la legibilidad. ¿Pero quién dijo que ser zombi fuera fácil?

Cuando regresé de mis vacaciones en España (como dicen siempre en las novelas suecas) estuve unas semanas de arresto domiciliario en mi celda, porque una serie de factores: a) no llegué a tiempo de firmar la beca y me encontré por un tiempo en la más solemne indigencia; b) casi todos mis amigos y conocidos estaban en paradero desconocido o de viaje (en palabras de una abuelilla voluntaria "esta residencia parece un hospital") c) no pasaba de nada a mi alrededor y sabes que estás rebasando una línea de aburrimiento peligrosa cuando te alegras de que venga un tifón para que anime un poco el ambiente.

Tras un tiempo encallada en este Mar de los Sargazos al fin comenzó el nuevo semestre y como suele ocurrir en estos casos, rápidamente pasé a tener tantas cosas que hacer que lo que no tenía era tiempo de actualizar (así es la vida). Como resultado he ido acumulando algunas experiencias variadas que paso a contaros en modo de titulares:

  • Golpe en la Pequeña Edo: Estuve de viaje en Koedo Kawagoe o la "Pequeña Edo", donde se fabrica la cerveza Coedo y que mentiene algunos ejemplos del modelo de casa-almacén  tradicional, que parece ser sobrevivieron a los bombardeos ya que gracias a estar pintadas de negro los aviadores las pasaron por alto.

  • Indiana Jones y el templo...ninja: También estuve de viaje por Kanazawa a la que llaman la "Pequeña Kioto", que tiene muchas cosas interesantes que ver como auténticas casas de geishas, un museo de arte contemporáneo muy apañado, o el Myoryu-ji o "Ninja Dera" (Templo-Ninja), que es un templo budista al que un señor feudal algo paranoico llenó de trampas mortales para sus enemigos. Hay que llamar para reservar la visita, pero merece la pena: puertas falsas, abismos, pasadizos secretos y la impactante sala de 4 tatamis (para los japoneses el número 4 es como el 13 para los occidentales, porque una de sus lecturas es "shi", como la del ideograma de muerte). El tatami ya sabéis que es el tipo de suelo tradicional japonés, como una estera de hierba prensada, pero además es una medida de superficie para habitaciones. En Japón no hay salas de cuatro tatamis porque es de mal agüero...excepto ésta. ¿Por qué? Pues porque esta destinada exclusivamente al suicidio de los generales caídos en desgracia  a los que conducían hasta ahí para que cometieran el seppuku y para estar seguros de que a nadie le flaqueaba la voluntad, la habitación no podía abrirse desde dentro...Esta historia me recuerda (ya que estamos con la truculencia) al "Chitenjo" (techo sangriento) del templo Shodenji en Kioto: http://kyoto.asanoxn.com/places/nishikamo/shodenji.htm . En el año 1600 un grupo de samurais tuvieron que realizar el seppuku cuando supieron que iban a ser derrotados (se ve que la rendición no era una opción) y tardaron varios días en encontrarlos. Cuando al final lo hicieron la sangre empapaba tanto la madera que era imposible limpiarla y decidieron usar las tablas para construir el techo de un templo budista y orar por sus almas. Estuve allí este verano y aparte de que el templo en sí es precioso, impresiona ver el techo sangriento y si tienes mucha curiosidad hay un abuelo que explica las marcas y la reconstrucción de los cuerpos.

Almuerzo en Takayama. El plato típico consiste en carne de ternera asada con verduras y pasta de miso sobre una hoja de magnolia en un infiernillo de barro (¡suena bien y sabe mejor!).

  • Perdida en la Necrópolis: De camino a Kanazawa pasé por Takayama, una deliciosa localidad junto a los Alpes japoneses, casas antiguas casas de comerciantes y un laberinto de senderos de varios kilómetros alrededor de templos budistas, santearios shinto y cementerios. Esto último fue lo que más me gustó de todo. Estuve perdida por allí durante horas (a veces literalmente) sin ninguna otra presencia humana en casi todo el trayecto, lo cual en algunos momentos pasó de emocionante a ligeramente inquietante, como cuando te ves a última hora de la tarde atravesando un cementerio antiguo en un espeso bosque de árboles altísimos sin otro sonido que las hojas otoñales que caen alrededor y acabas en un santuario sintoísta abandonado, con todos los amuletos totalmente ajados y una atmósfera de lo más decadente. Así que te ves buscando el camino de vuelta entre lápidas musgosas, sabiendo que estás a varios kilómetros de toda civilización e intentando mientras alejar tu mente de imágenes de fantasmas o locos con objetos punzantes...Al final conseguí completar el recorrido y atravesé otro bosque centenario (este más en plan Totoro) justo a tiempo, porque se me estaba haciendo de noche y estaba sin linterna (no intenten hacer esto en sus casas), por lo que el último tramo de senda se intuía más que verse. Al final logré llegar a bien puerto sin perderme (lo adrenalina siempre ayuda) y acabé un día emocionante con los pies felizmente sumergidos en una fuente termal.
  • Oh Mummy! Siguiendo con el género de terror, estuve en una fiesta de Halloween en un hospital abandonado, el Tamai Hospital en Shibuya. Entrabas por la morgue, tenías que llevar tu propia linterna (lo que siempre ambienta) y te daban un mapa para que fueras a la caza y captura de las obras que varios artistas contemporaneos habían escondido en sus salas. Aunque había demasiada gente como para que resultara verdaderamente apestiñante, cuando veías el mobiliario y el ambiente (muy de videojuego) resulta fácil comprender por qué el sitio había sido usado como escenario de  películas. Además algunos de los visitantes se habían disfrazado con esmero, entre los que cabe destacar dos chicas que iban vestidas de momias-mellizas-tuertas-con lentilla de color (en el ojo sano). De dónde se sacaron la innovadora combinación de momia, siamesas y tuertas o cómo se las arreglarían para ir al baño son cuestiones que dejamos para la elucubración de nuestros lectores porque al día de hoy no disponemos de más datos en la redacción.
  • Babel: Completando mi colección de trabajos extraños, he trabajado como intérprete japonés-español en una boda con ceremonia shintoísta en el Meiji Jingu, que es el santuario Shinto más importante de Tokio. Con lo ceremoniosos y amantes de la tradición que son los japoneses podéis imaginar lo complicado que es todo el proceso de una ceremonia de boda y la posterior celebración, porque todo tiene un endiablado nombre en japonés antiguo y un dichoso simbolismo. De hecho en los discursos de los familiares durante el convite hay una lista de más de cien palabras que están prohibidas como "terminar", "cortar", "separar"... http://enavi.tank.jp/c/imikotoba50.html (para el que no se lo crea).  Por supuesto la persona a la que estaba traduciendo las dijo todas y alguna más que seguro que a partir de ahora también estará prohibida, así que os podéis imaginar cómo sudé tinta de todos los colores (el increíble caso del calamar mutante), por lo que quizá no es casualidad que el día antes me desmayé por primera vez, como las damas de antaño...¡en el tren! menos mal que iba con amigos y unos mozos recios me recogieron antes de que diera con mis huesos en el suelo. Estaba tan atacada el día de la boda (que la que parecía que se casaba era yo) que además perdí el móvil. Por fortuna (como ya le comenté a alguien), en Japón no tienes garantía de que alguien vaya a echarte una mano si te desmayas, pero tienes la total seguridad de que recuperarás tu móvil perdido. Esa misma noche ya lo tenía localizado. Pero a pesar de todo el estrés fue una experiencia muy interesante, he visto cosas que pocos extranjeros tienen la oportunidad de ver y como andaban cortos de personal guiri, hasta acabé en primera línea en las fotos oficiales de la boda...además la pareja de novios era muy entrañable, así que el balance al final ha sido positivo.   

  • Mundo extraño: Para alguien que tiene mi facilidad para mimetizarse con el tomate, al final acabo siempre metida en los fregados más extraños y es que me pierde la atracción fatal por las situaciones surrealistas...cada uno tiene sus vicios. Para empezar ya me he visto tocando en dos conciertos de koto (arpa japonesa), en uno de ellos incluso en yukata (kimono de algodón), para más inri (la próxima cita en la gira será en febrero). Para seguir, mucho me temo que posiblemente saldré en el próximo episodio de "Callejeros Viajeros" en Tokio de Cuatro, para la próxima temporada a partir de enero. Por azares del destino se supone que yo iba a un karaoke a "hacer bulto" en plan extra, pero por necesidades del guión me acabé viendo a mí misma desgañitándome delante de la cámara cantando "La camisa negra" o compartiendo con los reporteros mis sesudas (y gratuitas) reflexiones. Tan sólo espero que durante el proceso de edición alguien tenga un mínimo de lucidez y por el bien y la cordura de los telespectadores decida ahorrarnos todo ese bochornoso espectáculo...Como parece que no tuve bastante, la atracción del abismo me empujó a enviar mi CV para el casting de presentador de programa de tv/radio o actor de mini teatros para el programa de español de la televisón pública japonesa. Lo curioso es que hoy he recibido un mail diciendo que he pasado la selección para la audición, esto cada vez se parece más a Fama...No os preocupéis que las posibilidades de que pase el casting son mínimas, pero ¿y lo gracioso que tiene que ser ir allí al plató a hacer el indio en la entrevista? Por cierto que anque no lo parezca, aparte de hacer el mono también me dedico a buscar trabajo de verdad y de hecho el martes tuve una entrevista para hacer un internship en un centro de arte (si me aceptan volvemos a trabajar gratis que es lo que se lleva ahora). El viaje de ida también fue accidentado porque hubo un "accidente personal" momentos antes de que entrara en la estación y justo cuando llegué estaban limpiando todo el desastre. Fue un rato muy angustioso porque no podía hacer otra cosa que estar allí esperando el siguiente tren, vuelta de espaldas porque sabía que como viera algo a) vomitaría b) lloraría c) me desmayaría y esta vez no tenía cerca mozos recios que me salvaran o d) todo lo anterior. A diferencia de mí, toda la gente en el andén se dedicaba a mirar morbosamente (aunque gracias al cielo los equipos de emergencia colocaron un biombo estratégicamente) y yo quería abofetearlos a todos, menos al niño que estaba llorando (alguien con un poco de sangre en la venas, gracias). Huelga decir que llegué un poco en shock a la entrevista, lo único bueno es que después de eso ya no estaba ni nerviosa, ¿y cómo estarlo por algo tan trivial como una entrevista? Decididamente éste es un mundo extraño...

Seguiremos informando.

Retomamos la emisión

Una de las obras en exposición en el Hospital Tamai





Tras toda esperanza de actualización perdida, los servicios de emergencia han logrado por fin acceder a un nuevo post e incluso recauchutar el diseño del blog, aunque sé que los diseñadores en la sala seguirán echándose las manos a la cabeza por mi flagrante desafío a todas las leyes del buen diseño ("joven y dinámico") y la legibilidad. ¿Pero quién dijo que ser zombi fuera fácil?

Cuando regresé de mis vacaciones en España (como dicen siempre en las novelas suecas) estuve unas semanas de arresto domiciliario en mi celda, porque una serie de factores: a) no llegué a tiempo de firmar la beca y me encontré por un tiempo en la más solemne indigencia; b) casi todos mis amigos y conocidos estaban en paradero desconocido o de viaje (en palabras de una abuelilla voluntaria "esta residencia parece un hospital") c) no pasaba de nada a mi alrededor y sabes que estás rebasando una línea de aburrimiento peligrosa cuando te alegras de que venga un tifón para que anime un poco el ambiente.

Tras un tiempo encallada en este Mar de los Sargazos al fin comenzó el nuevo semestre y como suele ocurrir en estos casos, rápidamente pasé a tener tantas cosas que hacer que lo que no tenía era tiempo de actualizar (así es la vida). Como resultado he ido acumulando algunas experiencias variadas que paso a contaros en modo de titulares:

  • Golpe en la Pequeña Edo: Estuve de viaje en Koedo Kawagoe o la "Pequeña Edo", donde se fabrica la cerveza Coedo y que mentiene algunos ejemplos del modelo de casa-almacén  tradicional, que parece ser sobrevivieron a los bombardeos ya que gracias a estar pintadas de negro los aviadores las pasaron por alto.

  • Indiana Jones y el templo...ninja: También estuve de viaje por Kanazawa a la que llaman la "Pequeña Kioto", que tiene muchas cosas interesantes que ver como auténticas casas de geishas, un museo de arte contemporáneo muy apañado, o el Myoryu-ji o "Ninja Dera" (Templo-Ninja), que es un templo budista al que un señor feudal algo paranoico llenó de trampas mortales para sus enemigos. Hay que llamar para reservar la visita, pero merece la pena: puertas falsas, abismos, pasadizos secretos y la impactante sala de 4 tatamis (para los japoneses el número 4 es como el 13 para los occidentales, porque una de sus lecturas es "shi", como la del ideograma de muerte). El tatami ya sabéis que es el tipo de suelo tradicional japonés, como una estera de hierba prensada, pero además es una medida de superficie para habitaciones. En Japón no hay salas de cuatro tatamis porque es de mal agüero...excepto ésta. ¿Por qué? Pues porque esta destinada exclusivamente al suicidio de los generales caídos en desgracia  a los que conducían hasta ahí para que cometieran el seppuku y para estar seguros de que a nadie le flaqueaba la voluntad, la habitación no podía abrirse desde dentro...Esta historia me recuerda (ya que estamos con la truculencia) al "Chitenjo" (techo sangriento) del templo Shodenji en Kioto: http://kyoto.asanoxn.com/places/nishikamo/shodenji.htm . En el año 1600 un grupo de samurais tuvieron que realizar el seppuku cuando supieron que iban a ser derrotados (se ve que la rendición no era una opción) y tardaron varios días en encontrarlos. Cuando al final lo hicieron la sangre empapaba tanto la madera que era imposible limpiarla y decidieron usar las tablas para construir el techo de un templo budista y orar por sus almas. Estuve allí este verano y aparte de que el templo en sí es precioso, impresiona ver el techo sangriento y si tienes mucha curiosidad hay un abuelo que explica las marcas y la reconstrucción de los cuerpos.

Almuerzo en Takayama. El plato típico consiste en carne de ternera asada con verduras y pasta de miso sobre una hoja de magnolia en un infiernillo de barro (¡suena bien y sabe mejor!).

  • Perdida en la Necrópolis: De camino a Kanazawa pasé por Takayama, una deliciosa localidad junto a los Alpes japoneses, casas antiguas casas de comerciantes y un laberinto de senderos de varios kilómetros alrededor de templos budistas, santearios shinto y cementerios. Esto último fue lo que más me gustó de todo. Estuve perdida por allí durante horas (a veces literalmente) sin ninguna otra presencia humana en casi todo el trayecto, lo cual en algunos momentos pasó de emocionante a ligeramente inquietante, como cuando te ves a última hora de la tarde atravesando un cementerio antiguo en un espeso bosque de árboles altísimos sin otro sonido que las hojas otoñales que caen alrededor y acabas en un santuario sintoísta abandonado, con todos los amuletos totalmente ajados y una atmósfera de lo más decadente. Así que te ves buscando el camino de vuelta entre lápidas musgosas, sabiendo que estás a varios kilómetros de toda civilización e intentando mientras alejar tu mente de imágenes de fantasmas o locos con objetos punzantes...Al final conseguí completar el recorrido y atravesé otro bosque centenario (este más en plan Totoro) justo a tiempo, porque se me estaba haciendo de noche y estaba sin linterna (no intenten hacer esto en sus casas), por lo que el último tramo de senda se intuía más que verse. Al final logré llegar a bien puerto sin perderme (lo adrenalina siempre ayuda) y acabé un día emocionante con los pies felizmente sumergidos en una fuente termal.
  • Oh Mummy! Siguiendo con el género de terror, estuve en una fiesta de Halloween en un hospital abandonado, el Tamai Hospital en Shibuya. Entrabas por la morgue, tenías que llevar tu propia linterna (lo que siempre ambienta) y te daban un mapa para que fueras a la caza y captura de las obras que varios artistas contemporaneos habían escondido en sus salas. Aunque había demasiada gente como para que resultara verdaderamente apestiñante, cuando veías el mobiliario y el ambiente (muy de videojuego) resulta fácil comprender por qué el sitio había sido usado como escenario de  películas. Además algunos de los visitantes se habían disfrazado con esmero, entre los que cabe destacar dos chicas que iban vestidas de momias-mellizas-tuertas-con lentilla de color (en el ojo sano). De dónde se sacaron la innovadora combinación de momia, siamesas y tuertas o cómo se las arreglarían para ir al baño son cuestiones que dejamos para la elucubración de nuestros lectores porque al día de hoy no disponemos de más datos en la redacción.
  • Babel: Completando mi colección de trabajos extraños, he trabajado como intérprete japonés-español en una boda con ceremonia shintoísta en el Meiji Jingu, que es el santuario Shinto más importante de Tokio. Con lo ceremoniosos y amantes de la tradición que son los japoneses podéis imaginar lo complicado que es todo el proceso de una ceremonia de boda y la posterior celebración, porque todo tiene un endiablado nombre en japonés antiguo y un dichoso simbolismo. De hecho en los discursos de los familiares durante el convite hay una lista de más de cien palabras que están prohibidas como "terminar", "cortar", "separar"... http://enavi.tank.jp/c/imikotoba50.html (para el que no se lo crea).  Por supuesto la persona a la que estaba traduciendo las dijo todas y alguna más que seguro que a partir de ahora también estará prohibida, así que os podéis imaginar cómo sudé tinta de todos los colores (el increíble caso del calamar mutante), por lo que quizá no es casualidad que el día antes me desmayé por primera vez, como las damas de antaño...¡en el tren! menos mal que iba con amigos y unos mozos recios me recogieron antes de que diera con mis huesos en el suelo. Estaba tan atacada el día de la boda (que la que parecía que se casaba era yo) que además perdí el móvil. Por fortuna (como ya le comenté a alguien), en Japón no tienes garantía de que alguien vaya a echarte una mano si te desmayas, pero tienes la total seguridad de que recuperarás tu móvil perdido. Esa misma noche ya lo tenía localizado. Pero a pesar de todo el estrés fue una experiencia muy interesante, he visto cosas que pocos extranjeros tienen la oportunidad de ver y como andaban cortos de personal guiri, hasta acabé en primera línea en las fotos oficiales de la boda...además la pareja de novios era muy entrañable, así que el balance al final ha sido positivo.   

  • Mundo extraño: Para alguien que tiene mi facilidad para mimetizarse con el tomate, al final acabo siempre metida en los fregados más extraños y es que me pierde la atracción fatal por las situaciones surrealistas...cada uno tiene sus vicios. Para empezar ya me he visto tocando en dos conciertos de koto (arpa japonesa), en uno de ellos incluso en yukata (kimono de algodón), para más inri (la próxima cita en la gira será en febrero). Para seguir, mucho me temo que posiblemente saldré en el próximo episodio de "Callejeros Viajeros" en Tokio de Cuatro, para la próxima temporada a partir de enero. Por azares del destino se supone que yo iba a un karaoke a "hacer bulto" en plan extra, pero por necesidades del guión me acabé viendo a mí misma desgañitándome delante de la cámara cantando "La camisa negra" o compartiendo con los reporteros mis sesudas (y gratuitas) reflexiones. Tan sólo espero que durante el proceso de edición alguien tenga un mínimo de lucidez y por el bien y la cordura de los telespectadores decida ahorrarnos todo ese bochornoso espectáculo...Como parece que no tuve bastante, la atracción del abismo me empujó a enviar mi CV para el casting de presentador de programa de tv/radio o actor de mini teatros para el programa de español de la televisón pública japonesa. Lo curioso es que hoy he recibido un mail diciendo que he pasado la selección para la audición, esto cada vez se parece más a Fama...No os preocupéis que las posibilidades de que pase el casting son mínimas, pero ¿y lo gracioso que tiene que ser ir allí al plató a hacer el indio en la entrevista? Por cierto que anque no lo parezca, aparte de hacer el mono también me dedico a buscar trabajo de verdad y de hecho el martes tuve una entrevista para hacer un internship en un centro de arte (si me aceptan volvemos a trabajar gratis que es lo que se lleva ahora). El viaje de ida también fue accidentado porque hubo un "accidente personal" momentos antes de que entrara en la estación y justo cuando llegué estaban limpiando todo el desastre. Fue un rato muy angustioso porque no podía hacer otra cosa que estar allí esperando el siguiente tren, vuelta de espaldas porque sabía que como viera algo a) vomitaría b) lloraría c) me desmayaría y esta vez no tenía cerca mozos recios que me salvaran o d) todo lo anterior. A diferencia de mí, toda la gente en el andén se dedicaba a mirar morbosamente (aunque gracias al cielo los equipos de emergencia colocaron un biombo estratégicamente) y yo quería abofetearlos a todos, menos al niño que estaba llorando (alguien con un poco de sangre en la venas, gracias). Huelga decir que llegué un poco en shock a la entrevista, lo único bueno es que después de eso ya no estaba ni nerviosa, ¿y cómo estarlo por algo tan trivial como una entrevista? Decididamente éste es un mundo extraño...

Seguiremos informando.

Si no vives en la misma casa no es violencia de género

Con motivo del día internacional de la violencia de género Lidia Falcón (abogada y presidenta del Partido Feminista de España), escribe hoy en Público La Violencia que no Cesa, analizando cómo (de mal) está el tema del maltrato en los ámbitos legal, judicial y policial, y por qué la Ley de Violencia de Género está siendo tan inefectiva.

 

Lo que más me ha impactado es lo siguiente:

 

A la par, los jueces se sienten autorizados para exigir a las víctimas que demuestren que la violencia ejercida contra ellas se realiza en razón de la posición “de subordinación al hombre” al haber redactado los legisladores (como consecuencia de la ampulosa e ineficaz Exposición de Motivos) el artículo 1 en la forma siguiente: “La presente Ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre estas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”.

 

Es decir, que muchos jueces, amparados incluso por una sentencia del Supremo, están aprovechando la calificación que se hace de la violencia machista en la ley para restringir la aplicación de la misma. Por ejemplo, entiendo del artículo que si yo pegase a mi mujer como represalia por haber roto algo de la casa, ésta tendría que demostrar que lo hago como parte de mi actitud machista y no, por ejemplo, por simple mal genio, y si no consigue demostrar que soy un machista , podrían archivar la denuncia.

 

En el artículo se menciona que se han archivado denuncias por vivir en distinto domicilio, alegando que la dominación sólo se puede establecer en la convivencia.

 

Yo aquí veo dos claves:

  • El legislador ha cometido un error introduciendo juicios de valor en el artículo de la ley. Entiendo que la ley debe ir acompañada de un preámbulo que cuenta la motivación, pero la redacción de los artículos debería ser bastante objetiva.
  • A mi humilde entender las trabas de las que habla son bastante rebuscadas, y el juez tiene en realidad bastante espacio de interpretación para no tener que archivar la denuncia. Creo que cuando una persona pega a otra hay una clara «relación de poder». Esto me lleva a confirmarme en la impresión de que la judicatura está llena de retrógrados, machistas entre otras cualidades.

 

Insisto en que no es materia de mi conocimiento, pido disculpas de antemano por cualquier malinterpretación que haya podido hacer del asunto, y os remito al artículo en cuestión, que es bastante interesante y cuenta algunas cosas más.

 

Vota y calla

Como anunciamos en la anterior entrada, apoyamos la iniciativa Doriyakitú, que pretende utilizar el cauce de las reclamaciones en mesa parlamentaria para protestar contra el sistema electoral.

 

Pues bien, pese a estar claramente especificado en la ley que la mesa debe recoger y adjuntar a las actas las reclamaciones de, entre otros, los electores, en nuestra mesa se han negado a recoger las reclamaciones. La posición inicial ha era ya de rechazo, pero desde la Junta Electoral de Zona se les ha confirmado esta actitud. Nosotros mismos hemos hablado con la Junta sin éxito, recibiendo la siguiente respuesta:

 

  • A pesar de estar recogido en la ley, no tenemos derecho a presentar la reclamación.
  • A pesar de haberles leído la ley claramente donde dice que «se consignarán sumariamente las reclamaciones y protestas formuladas, en su caso, por los representantes de las listas, miembros de las candidaturas, sus apoderados e interventores y por los electores sobre la votación y el escrutinio», se nos ha dicho que «no sólo hay que leer la ley, sino también entenderla», sin ofrecer una explicación más razonada que esa.
  • No se nos ha permitido hacer una reclamación sobre el hecho de que no se nos haya permitido reclamar.
  • No se nos ha permitido que nadie firme la decisión de no dejarnos reclamar, ni se nos ha ofrecido ningún método para que quede constancia de que intentamos reclamar sin éxito (a nuestro ver, incumpliendo la ley).
  • Si se nos permite votar (muchas gracias por no robarme mi derecho fundamental).

No somos los únicos, de hecho la Junta Electoral Central ha remitido una circular pidiendo que se impidan las reclamaciones, incluso haciendo uso de la fuerza. Afortunadamente parece ser que mucha gente sí está consiguiendo las reclamaciones, pero la doctrina de la Junta vuelve una vez más a agrandar la distancia entre la ciudadanía, transmitiendo el siguiente mensaje: «No nos interesa tu opinión. No nos interesan tus quejas. Mete la papeleta en la urna y no queremos verte hasta dentro de cuatro años».

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Actualización: DRY ha puesto a disposición de todos una dirección para comentar incidencias. Comentado mi caso me han dicho que la envíe por fax a la Junta Electoral Central (91 429 77 78), y que se están consultando a los abogados sobre qué medidas tomar.

 

Reclamación electoral

Como sabe el que me conoce o lee, si hay alguno, estoy en contra de la abstención. Las razones, las he explicado en anteriores ocasiones.

Uno de los argumentos abstencionistas, que yo nunca he compartido, es que tu voto legitima el sistema. Pues bien, DRY ha dado con un sistema previsto en la ley para poder votar (o abstenerte) y a la vez, mostrar tu disconformidad con el sistema electoral.

Como se explica, por ejemplo, aquí, se trata de presentar con tu voto una reclamación. Ellos proveen unos formularios, así como unos modelos de razones. Inspirado, yo me he hecho el mío propio, que recogiera mis propias razones para la disconformidad:

Me veo obligado a votar a sabiendas de que nuestro sistema electoral otorga a los partidos una representación desproporcionada e injusta.

El métod D’Hondt de reparto de escaños y la compartimentación en distritos electorales pequeños crea una desigualdad en el valor del voto, diferente según la provincia y el partido que se esté votando. Las fuerzas políticas que obtienen un nivel importante de votos a nivel nacional, pero no son mayoría en ningún distrito obtienen una representación extremadamente baja respecto a su porcentaje nacional.

O si queréis ve la hoja con mi horrorosa letra:
Reclamación electoral de Inconexo