Reencuentro

Con el yoga.
Me reconcilia con mi cuerpo, tan vapuleado a veces.
Me redescubre un lugar en mi interior lleno de paz y quietud, que ya es mucho decir viniendo de mí.
Me recuerda que habito en mi cuerpo y que eso en sí mismo es un privilegio que debo respetar y cuidar.
Me reencuentro con la mejor versión de mí misma.
No es perfecta, ni puede con todo, pero está bien tal y como está:  imperfecta, tratando de ser un poco mejor cada día, aceptándose como es. Siendo feliz en ese transcurrir.


Reencuentro

Con el yoga.
Me reconcilia con mi cuerpo, tan vapuleado a veces.
Me redescubre un lugar en mi interior lleno de paz y quietud, que ya es mucho decir viniendo de mí.
Me recuerda que habito en mi cuerpo y que eso en sí mismo es un privilegio que debo respetar y cuidar.
Me reencuentro con la mejor versión de mí misma.
No es perfecta, ni puede con todo, pero está bien tal y como está:  imperfecta, tratando de ser un poco mejor cada día, aceptándose como es. Siendo feliz en ese transcurrir.


Reencuentro

Con el yoga.
Me reconcilia con mi cuerpo, tan vapuleado a veces.
Me redescubre un lugar en mi interior lleno de paz y quietud, que ya es mucho decir viniendo de mí.
Me recuerda que habito en mi cuerpo y que eso en sí mismo es un privilegio que debo respetar y cuidar.
Me reencuentro con la mejor versión de mí misma.
No es perfecta, ni puede con todo, pero está bien tal y como está:  imperfecta, tratando de ser un poco mejor cada día, aceptándose como es. Siendo feliz en ese transcurrir.