Perros perderdores 負け犬


Era inevitable hacer referencia a este manga/anime por tres razones: la primera es que hoy hemos tenido que hacer una exposición en clase en la que hacía referencia al trasfondo social de la serie (así que me he empapado bien del tema), la segunda es que corro serio peligro de seguir por los derroteros de la protagonista y la tercera es porque la encuentro muy interesante y es por ello que animo a todo el mundo a que la vea (son sólo 11 capítulos y están todos en Veoh con subtítulos en inglés o francés).

La trama gira en torno a la vida de una editora en una revista semanal de actualidad japonesa. Lo que tiene de especial es que se trata de una mujer de carrera que lucha en el mundo laboral japonés por hacerse un hueco y demostrar que vale tanto o más que cualquier colega suyo, encontrándose (por supuesto) en su camino toda clase de barreras. El problema es que en su empeño perfeccionista arrambla con su vida personal y eso es un precio que no siempre se está seguro de querer pagar. Destacan los diálogos, que ofrecen multitud de reflexiones sobre la sociedad japonesa contemporánea y el nada desdeñable hecho de que por fin la ficción japonesa (¡Gracias al Cielo!) nos ofrece un personaje de anime/manga que se aleja del cliché de niña tonta siliconada, que vale, algunas excepciones hay, pero contadas y que no sean eliminadas del guión con una muerte tan rápida como absurda (todavía estoy traumatizada por los personajes femeninos de Death Note) todavía menos.

El título de "Hataraki Man" viene de que sus compañeros la llaman así porque cumple a la perfección el rol de sarariiman, por lo que se considera que se comporta como un hombre...

Es cierto que en Japón gracias a las nuevas generaciones los tiempos están cambiando, pero todavía las mujeres profesionales de 30 años que no se han casado llevan la soltería como una lacra, porque aun la sobrevuela el fantasma de la etiqueta de 負け犬(makeinu) o perro perdedor sobre sus cabezas. Se las llamaba así porque se consideraba que a pesar de tener una carrera no habían sido capaces de formar una familia, por lo que no habían conseguido nada en la vida.




Pasando a otros temas, ahora estamos con el agua al cuello con los parciales (¿y cuándo no es Pascua? os preguntaréis), como ejemplo ayer tuve 3 exámenes más una reunión y hoy 2 exposiciones de clase, más dar una clase, más deberes que no se acaban nunca...El caso es que no resulta de extrañar que de repente me empiece a gustar el natto-maki (cosa que nunca sospeché que ocurriría, pero si veis la serie de la que os he hablado lo entenderéis). Para añadirle emoción al asunto, ahora que por fin es oficial que estoy en el dichoso nivel 400, por desavenencias administrativas puede que no me convaliden el segundo semestre en España, así que me quedaría un año extra de carrera así por las buenas con las asignaturas más chungas, lo cual me daría un gozo en el alma grande (estoy pensando ponerle a mi primera hija Burocracia del cariño que le estoy cogiendo al sistema...). Con tanto quebradero de cabeza no es raro que se me vaya un poco la pinza de vez en cuando y acabe soñando que me persigue un zombie en bicicleta, debía ser un zombie japonés...

Además una vez a la semana, los españoles estamos dando clase como ayudantes en la Universidad a los alumnos de segundo año de español, lo cual tiene su gracia pero aprieta un poquito más la agenda y para colmo este viernes empiezo un nuevo baito (soy la reina del trabajo temporal, yeah) de currito-chica-para-todo en una galería de arte en el centro. Ya contaré más adelante sobre esto último porque el tema me tiene un poco acongojada...Visto lo visto, si me muero de un karoshi repentino, lo único que os pido es que en mi lápida NO pongáis una Hello Kitty...

Pero como no todo es sufrimiento en esta vida, también hay momentos que merecen ser recordados. El último de los cuales fue el nomikai (reunión ociosa para beber, normalmente entre gente de un mismo círculo sea trabajo, clase o club de algo) que organizó cierto profesor nuestro conocido por su aficción a la juerga (siempre impacta un poco cuando llegas a su despacho y lo primero que te dice es que tiene una resaca tremenda) con motivo de su cumpleaños. Por supuesto desde el principio se aseguró la asistencia del Spanish Team, porque debemos ser algo así como el Equipo A de las fiestas aquí...La verdad es que fue muy divertido y nos reímos un montón que falta hacía para no volvernos locos del todo. Aunque hubo momentos de lo más variopinto fruto del alcohol: a algunas les dio por hacer de grupies y perseguir al profesor, el cual pasaba sobremanera de ellas y decidió que lo suyo era intentar emborrachar a la española de guardia, con el típico y previsible resultado Japonés VS Española, osea yo tan fresca como una lechuga y él como una cuba...con lo que acabó diciéndome cosas pero que muy poco pedagógicas.

La foto es de Alberto, no de esa noche pero podría serlo, porque por supuesto se trata de nuestro amado Kichijoji, luegar preferido de ocio y esparcimiento a tan sólo media hora y un transbordo, y tratándose de Tokio creedme que no es irónico el "tan sólo".

Para terminar, quiero contaros que me ha picado algo raro, no tengo muy claro si se trata de una araña, un mosquito-Godzilla o un dinosaurio, pero sea lo que sea me ha producido una reacción alérgica y ahora tengo una erupción del tamaño del Monte Fuji...a ver si hay suerte y me da algún poder mutante que me sea útil, más útil al menos que el que ya tengo (últimamente bastante desatado a decir verdad, será por el estrés) a lo Kitty Pryde de fastidiar máquinas allá por donde voy...

Bueno voy a seguir que todavía tengo tarea y se me ha hecho tarde con este maxi-post. Buenas noches y que tengáis zombies sueños.