Aliens y otros invasores

A pesar de no tener un duro hasta que cobre la beca y tener que pagar todavía alquiler y fianza de la residencia, resultaba absolutamente necesario tener una cubitera que fabrique "ice invaders". Será que me sentía identificada con los pequeños invasores del espacio, al fin y al cabo en dos semanas tendré que ir a recoger mi "Alien Card"  o en japonés 外国人登録証明書 Gaikokujintourokushoumeisho, (hay que coger aire antes de decirlo de carrerilla).


Hoy ha sido un día un poco extraño. Quería ir a ver dos exposiciones al Museo de Arte Contemporáneo de Tokio, pero tras atravesarme la ciudad en diversos transbordos y andar un ratico me he encontrado que estaba...CERRADO. Así que con resignación me he sentado en un banco a buscar con el móvil en la página del museo a ver qué pasaba (para lo cual primero he tenido que descargar un programa) y al final resultaba que los lunes festivos se pasan al martes y por eso hoy no abrían, brillante por mi parte no habérseme ocurrido. También desde el móvil he buscado otra alternativa y he acabado cruzándome la ciudad hacia otro lado para ir al 東京都庭園美術館, Tokyo Metropolitan Teien Art Musem. Aparte de las exposiciones que albergue, el sitio en sí es muy interesante porque fue residencia del príncipe Asaka en los años 30 y es uno de los pocos ejemplos de arquitectura Art Decó japonesa. El interior es muy chulo y alrededor tiene un gran jardín precioso, con una parte estilo tradicional japonés y una casa de té, que es de donde hice la foto de arriba (tiene gracia que mi móvil saque mejores fotos que mi cámara). Por cierto que por el camino he visto un cuervo de grande como un gato, bueno no tan grande como el mío, pero es que Humito es mucho gato. He tenido hasta que dar un rodeo porque estaba comiendo restos de algo en la acera y me miraba insolente con cara de no pensar apartarse...

Como algunos ya sabéis, soy super fan de los abuelillos japoneses, porque son adorables, los únicos que tienen tiempo de pararse a hablar contigo y además los más espontáneos, supongo que porque considerán que ya tienen suficientes años para dejarse de timideces y tonterías. Así que cuando vengáis a Japón, ya sabéis cual será la mejor opción para preguntar calles e incluso para comer, porque hay muchos sitios regentados por abuelillos donde se come muy bien y encima atendido con cariño. El otro día estuve en un sitio pequeñito cerca de la residencia, que era un mini restaurante (a pesar de su imagen de gran ciudad, Tokio es un conglomerado de sitios pequeñitos), que probablemente sería la cochera de la casa de su dueña y tenía literalmente dos mesas y una barra con cuatro banquetas. Al principio la señora se sorprendió cuando me vio, pero después se relajó, vinieron a cenar otros dos abuelillas amigas suyas, se pusieron todas a hablar conmigo totalmente entrañables y me acabaron invitando a una croqueta casera rellena de verdura que es la mejor que he probado jamás en Japón. Hoy he comido en otro sitio más concurrido servida por una abuelilla, que al principio parecía más seca, pero al final ha acabado hablando conmigo muy simpática y hasta ha alabado mi pericia comiendo el pescado asado con palillos. Es la segunda vez que me lo dicen en una semana y esto me hace bastante gracia porque siempe que tengo que comer pescado con palillos me siento como si a)lo estuviera operando de apendicitis ó b) le estuviera haciendo la autopsia. Además los comensales de alrededor siempre te miran con curiosidad a ver cómo te las apañas y es un poco como estar operando en directo. Así que me alegro de que les guste mi estilo, aunque supongo que habrá que leerlo como un "comes con estilo...para ser extranjera".

Ayer pasé el día en Kichijouji con algunos amigos españoles, recordando viejos tiempos y lo pasé estupendamente, de hecho estuvimos en una izakaya (taberna) de comida muy rica y nada cara, que me la apunto a partir de ahora porque me encantó. El sitio además tiene encanto porque está decorado con farolillos, redes y aparejos de pesca.

Me estuvieron contando sus experiencias del terremoto y los días difíciles que siguieron, el punto de vista de los que se volvieron (algunos más por la presión de las familias que por su propia decisión), su propio punto de vista y cómo ahora se alegran de haberse quedado en el país pese a todo. Pero como no todo puede ser bueno, una de ellos se vuelve ahora a España, no por el miedo a las centrales, sino porque tras haber trabajado cuatro meses en una empresa japonesa como una japonesa, ha decidido que ya ha tenido bastantes estupores y temblores para toda una existencia y está cansada de ser tratada como una alien. Es una pena, porque es una de las personas más enamoradas de Japón que conozco y domina el idioma como yo ya quisiera. Por mi parte todavía no sé qué haré después de esta beca, si volveré a España, me quedaré en Japón o cogeré mi nave alien para probar suerte en otro país, pero desde luego estas cosas te hacen pensar...

Aliens y otros invasores

A pesar de no tener un duro hasta que cobre la beca y tener que pagar todavía alquiler y fianza de la residencia, resultaba absolutamente necesario tener una cubitera que fabrique "ice invaders". Será que me sentía identificada con los pequeños invasores del espacio, al fin y al cabo en dos semanas tendré que ir a recoger mi "Alien Card"  o en japonés 外国人登録証明書 Gaikokujintourokushoumeisho, (hay que coger aire antes de decirlo de carrerilla).


Hoy ha sido un día un poco extraño. Quería ir a ver dos exposiciones al Museo de Arte Contemporáneo de Tokio, pero tras atravesarme la ciudad en diversos transbordos y andar un ratico me he encontrado que estaba...CERRADO. Así que con resignación me he sentado en un banco a buscar con el móvil en la página del museo a ver qué pasaba (para lo cual primero he tenido que descargar un programa) y al final resultaba que los lunes festivos se pasan al martes y por eso hoy no abrían, brillante por mi parte no habérseme ocurrido. También desde el móvil he buscado otra alternativa y he acabado cruzándome la ciudad hacia otro lado para ir al 東京都庭園美術館, Tokyo Metropolitan Teien Art Musem. Aparte de las exposiciones que albergue, el sitio en sí es muy interesante porque fue residencia del príncipe Asaka en los años 30 y es uno de los pocos ejemplos de arquitectura Art Decó japonesa. El interior es muy chulo y alrededor tiene un gran jardín precioso, con una parte estilo tradicional japonés y una casa de té, que es de donde hice la foto de arriba (tiene gracia que mi móvil saque mejores fotos que mi cámara). Por cierto que por el camino he visto un cuervo de grande como un gato, bueno no tan grande como el mío, pero es que Humito es mucho gato. He tenido hasta que dar un rodeo porque estaba comiendo restos de algo en la acera y me miraba insolente con cara de no pensar apartarse...

Como algunos ya sabéis, soy super fan de los abuelillos japoneses, porque son adorables, los únicos que tienen tiempo de pararse a hablar contigo y además los más espontáneos, supongo que porque considerán que ya tienen suficientes años para dejarse de timideces y tonterías. Así que cuando vengáis a Japón, ya sabéis cual será la mejor opción para preguntar calles e incluso para comer, porque hay muchos sitios regentados por abuelillos donde se come muy bien y encima atendido con cariño. El otro día estuve en un sitio pequeñito cerca de la residencia, que era un mini restaurante (a pesar de su imagen de gran ciudad, Tokio es un conglomerado de sitios pequeñitos), que probablemente sería la cochera de la casa de su dueña y tenía literalmente dos mesas y una barra con cuatro banquetas. Al principio la señora se sorprendió cuando me vio, pero después se relajó, vinieron a cenar otros dos abuelillas amigas suyas, se pusieron todas a hablar conmigo totalmente entrañables y me acabaron invitando a una croqueta casera rellena de verdura que es la mejor que he probado jamás en Japón. Hoy he comido en otro sitio más concurrido servida por una abuelilla, que al principio parecía más seca, pero al final ha acabado hablando conmigo muy simpática y hasta ha alabado mi pericia comiendo el pescado asado con palillos. Es la segunda vez que me lo dicen en una semana y esto me hace bastante gracia porque siempe que tengo que comer pescado con palillos me siento como si a)lo estuviera operando de apendicitis ó b) le estuviera haciendo la autopsia. Además los comensales de alrededor siempre te miran con curiosidad a ver cómo te las apañas y es un poco como estar operando en directo. Así que me alegro de que les guste mi estilo, aunque supongo que habrá que leerlo como un "comes con estilo...para ser extranjera".

Ayer pasé el día en Kichijouji con algunos amigos españoles, recordando viejos tiempos y lo pasé estupendamente, de hecho estuvimos en una izakaya (taberna) de comida muy rica y nada cara, que me la apunto a partir de ahora porque me encantó. El sitio además tiene encanto porque está decorado con farolillos, redes y aparejos de pesca.

Me estuvieron contando sus experiencias del terremoto y los días difíciles que siguieron, el punto de vista de los que se volvieron (algunos más por la presión de las familias que por su propia decisión), su propio punto de vista y cómo ahora se alegran de haberse quedado en el país pese a todo. Pero como no todo puede ser bueno, una de ellos se vuelve ahora a España, no por el miedo a las centrales, sino porque tras haber trabajado cuatro meses en una empresa japonesa como una japonesa, ha decidido que ya ha tenido bastantes estupores y temblores para toda una existencia y está cansada de ser tratada como una alien. Es una pena, porque es una de las personas más enamoradas de Japón que conozco y domina el idioma como yo ya quisiera. Por mi parte todavía no sé qué haré después de esta beca, si volveré a España, me quedaré en Japón o cogeré mi nave alien para probar suerte en otro país, pero desde luego estas cosas te hacen pensar...

Se busca hogar


Una de las ventajas de los blogs (aparte de poder contar las tonterías que me dé la gana) es la capacidad de propagar información que tienen, así que aprovecho que estáis leyendo esto para comentaros algo importante:

Unos amigos han recogido de la carretera una perrita de 4 meses de nombre Púa. Es muy pequeñita y cariñosa pero ellos ya tienen una perra y están buscando alguien que pueda quedarse con ella. Como son gente responsable ya la han llevado al veterinario y les ha dicho que no crecerá mucho y pesará unos 10 kilos (¡como mi gato!). Lo de la foto con la botella de ron es para que veáis la escala del tamaño, la perrita no presenta ningún problema de alcoholemia.

Para más información sobre la cachorrilla y si alguien está interesado en adoptarla, podéis acceder a este blog y contactar con Mariaeles: http://nuncajamasenmarte.blogspot.com/

Se busca hogar


Una de las ventajas de los blogs (aparte de poder contar las tonterías que me dé la gana) es la capacidad de propagar información que tienen, así que aprovecho que estáis leyendo esto para comentaros algo importante:

Unos amigos han recogido de la carretera una perrita de 4 meses de nombre Púa. Es muy pequeñita y cariñosa pero ellos ya tienen una perra y están buscando alguien que pueda quedarse con ella. Como son gente responsable ya la han llevado al veterinario y les ha dicho que no crecerá mucho y pesará unos 10 kilos (¡como mi gato!). Lo de la foto con la botella de ron es para que veáis la escala del tamaño, la perrita no presenta ningún problema de alcoholemia.

Para más información sobre la cachorrilla y si alguien está interesado en adoptarla, podéis acceder a este blog y contactar con Mariaeles: http://nuncajamasenmarte.blogspot.com/

Se busca hogar


Una de las ventajas de los blogs (aparte de poder contar las tonterías que me dé la gana) es la capacidad de propagar información que tienen, así que aprovecho que estáis leyendo esto para comentaros algo importante:

Unos amigos han recogido de la carretera una perrita de 4 meses de nombre Púa. Es muy pequeñita y cariñosa pero ellos ya tienen una perra y están buscando alguien que pueda quedarse con ella. Como son gente responsable ya la han llevado al veterinario y les ha dicho que no crecerá mucho y pesará unos 10 kilos (¡como mi gato!). Lo de la foto con la botella de ron es para que veáis la escala del tamaño, la perrita no presenta ningún problema de alcoholemia.

Para más información sobre la cachorrilla y si alguien está interesado en adoptarla, podéis acceder a este blog y contactar con Mariaeles: http://nuncajamasenmarte.blogspot.com/

Entre Osos y Unicornios

Continuando mi propósito de acumular experiencias curiosas, esta vez me vi en nada menos que en un partido de fútbol americano. Lo de curioso es porque a mí me interesan poco o nada los deportes, pero lo cierto es que si te regalan la entrada y encima vas de excursión al estadio con otros compañeros de la residencia, la oportunidad viene en bandeja. Curioso también tenía que resultar vernos como grupo, que parecíamos una embajada de las Naciones Unidas: Rusia, Brasil, India, México, Uzbekistán, Alemania y España y encima la verdad es que cada uno tenemos una pinta bastante estereotípica de nuestro país.

El partido era entre los equipos de fútbol americano de las universidades de Waseda y Keio, que por lo visto es un encuentro célebre porque tienen una rivalidad histórica en plan Oxford y Cambridge y aunque quizá en las fotos no se aprecie, había muchísima gente en el estadio a pesar de que era viernes a medio día y realmente todo estaba organizado de una manera muy profesional.


Como no podía ser de otra manera, si tienes fútbol americano, tienes que tener equipos de animadoras y si son japonesas tendrán que estar coordinadas a la perfección, es lo que tiene entrenar todos los días incluidos fines de semana llueva, nieve o truene o se tenga fiebre... Este es el equipo de animadoras de Waseda.



Los jugadores saliendo al campo. Los de rojo son el equipo de los Big Bears de Waseda y los de azul los Unicorns de Keio. Huelga decir que yo no me enteraba de nada y me tiré medio partido buscando el marcador. Al final el compañero mexicano nos explicó los rudimentos del juego a los profanos y empecé a entender un poquito por qué se daban tantas yoyitas.

Teddy Bears animando a los Big Bears :-)
Los Unicorns hablando de sus cositas.
Esta pose siempre me parece graciosa.
Pirámida de animadoras de Waseda. Hicieron muchas más piruetas, pero mi pobre cámara no dio más de sí.

Tras el partido (que según los entendidos estuvo emocionante aunque a mí se me hizo un poco largo y el cual por cierto ganaron nuestros aguerridos chicos de Waseda), la comisión de las Naciones Unidas nos fuimos a dar una vuelta por Shibuya y que los que faltaban por "movilizarse" pudieran comprarse un teléfono. Me dio mucha alegría ver que Shibuya estaba abarrotada y que su famoso cruce (ese que sale en todas las películas y que dicen que es el más transitado del mundo) estaba de nuevo totalmente animado. No es que sea (nada) amiga de las masas de gente, pero es muy buen síntoma ver que todo ha vuelto a la normalidad y que incluso la sobrecarcaga iluminación de los carteles luminosos y pantallas gigantes de los edificios vuelve a estar al 100%, aunque siga siendo contaminación lumínica. Eso es lo que intenté captar en la foto, pero desgraciadamente como ya he mencionado, mi cámara tiene limitaciones importantes y las fotos nocturnas son demasiado para ella. A ver si cobro la beca a mediados de mayo y empiezo a ahorrar para comprarme otra, porque todos lo vamos a agradecer, ¿verdad?

Por cierto que ya he tenido el primer contacto académico con mi facultad y es lo que pasa con las carreras de letras, que por muy internacional que se supone que sea una universidad, a ti te va a tocar chupártelo todo en versión original, lo cual está muy bien...cuando te enteras. El otro día tuve la orientación de los cursos de especialidad (es decir que te meten en una clase con los alumnos de doctorado japoneses y se espera de ti que sobrevivas como puedas) y fue un día intensivo de exprimirse el cerebro a base de bien. Tras la orientación de las clases, visita guiada e instrucciones de uso de los despachos, sala de reuniones, sala del departamento, diversas salas que no creo que vaya a volver a pisar en la vida (como la de creación de cine), explicación exhaustiva pero no por ello más inteligible de todas las bases de datos y sistemas informáticos y un largo etcétera, fuimos a la cena de bienvenida de nuevos alumnos de doctorado a un resturante chino (recordamos que aquí la comida china es de mejor calidad, será que está más cerca). Para colmo mi supervisora (que es quien se supone que tiene que aconsejarme y arroparme un poquito) está super ocupada de conferencias por Europa, así que para mi las sesiones orientativas fueron bastante desorientativas porque estaba más perdida que Wally. Menos mal que un compañero doctorando de curso superior se apiadó de mi ser y me echó una mano en lo que pudo porque en cuanto al resto de alumnos japoneses no se puede decir que fueran muy comunicativos y me miraban con más susto que otra cosa.

Esperaba que la cena fuera un lugar de distensión (como ocurría cuando estaba entre la gente de mi antigua empresa) pero curiosamente se convirtió en algo bastante estresante y no pude evitar echar terriblemente de menos a mis antiguos compañeros. Yo quería sentarme al lado del doctorando que SÍ me hablaba (y que es bastante majete por cierto) pero al final te tienes que sentar donde te toca y una vez que se te sienta un profesor al lado queda feo levantarse y salir corriendo, así que te resignas a tu suerte. El resumen de la cena podría explicarse así:

- Todo el mundo habla a mil palabras por minuto: -50 a la comprensión
- Hay otras 3 extranjeras en tu mesa: + 50 a la esperanza
- Las 3 son bilingües en japonés: -30 a la autoestima
-La chica coreana parece maja pero está en la otra punta de la mesa, la china no sabes por qué pero te mira como si se hubiera atragantado con un limón y no se digna a dirigirte la palabra y la rusa es muy amable pero habla en un tono de voz tan bajo que te preguntas si se estará comunicando con los murciélagos: -50 a la esperanza
-Al otro lado tienes al mencionado profesor que se pone a hablar ex-cátedra del aborto de la gallina (vamos, de su tema de investigación) y otros temas abstractos de oscuro vocabulario. -30 a la comprensión
-De vez en cuando le da pena tu cara de póker y se pone a preguntarte cosas +30 a la esperanza
-Pero tiene un oído sordo -10 a la comunicación
-El oído malo es el de tu lado -20 a la comunicación, + 30 al me-quiero-ir-a-mi-casa

Y así transcurrió la cena. Como mi supervisora no estaba y el resto de profesores y estudiantes eran de otras especialidades del departemento nadie sabía muy bien cómo hablar conmigo y yo había consumido la memoria RAM que me quedaba en la explicación de las bases de datos japonesas, así que tampoco estaba muy inspirada. La chica rusa se fugó antes incluso de los últimos platos (dichosa ella) y a cambio se me sentó al lado una japonesa, gesto que to interpreté erróneamente como "qué maja viene a hacerme compañía" y que resultó ser más bien que venía a hacerle la rosca al profesor no-estéreo que tenía sentado a mi otro lado y pasó de hablar conmigo tres kilos. Aguanté estoicamente hasta que terminó la cena pero cuando dijeron de ir a otro sitio a seguir de copazos mi saturación y yo nos fuimos a casa dejando por el camino una estela de humo de combustión cerebral.

Esto viene porque yo no quería tener que coger cursos de doctorado hasta haber hecho los 6 meses de japonés intensivo para subir el nivel (que a pesar de estar entre el 5 y el 6 de 8 según Waseda está resultando claramente insuficiente), pero por cuestiones académicas tengo que ir este semestre por narices al menos a una clase y un seminario que imparta mi profesora, esté preparada o no. Lo cual promete desde luego todo un mundo de emociones, pero como se suele decir lo que no te mata (aparte de engordar) te hace más fuerte.

A cambio con la gente de la residencia me lo he pasado muy bien estos días, parecen bastante agradables y por ahora hemos hecho buenas migas. Ayer de hecho el compañero indio nos invitó a arroz de tres colores con curry hecho por él y luego estuvimos todos tomando una cerveza juntos en la cafetería de la residencia. La cafetería recibe su nombre porque es la sala con máquinas de café y otras bebidas, no es una cafetería de verdad, pero es donde se hace la vida social de la residencia.

El 6 de mayo comenzarán las clases y los nuevos calentamientos de cabeza pero hasta entonces tenemos vacaciones que aprovecharé para ver a alguna gentecilla que todavía no he tenido oportunidad de saludar y pasarme por unas cuantas exposiciones que tengo pendientes. La verdad es que es una gozada tener una ciudad con una vida cultural tan hiperactiva que es prácticamente inabarcable, hace que merezca la pena incluso la combustión cerebral...

Entre Osos y Unicornios

Continuando mi propósito de acumular experiencias curiosas, esta vez me vi en nada menos que en un partido de fútbol americano. Lo de curioso es porque a mí me interesan poco o nada los deportes, pero lo cierto es que si te regalan la entrada y encima vas de excursión al estadio con otros compañeros de la residencia, la oportunidad viene en bandeja. Curioso también tenía que resultar vernos como grupo, que parecíamos una embajada de las Naciones Unidas: Rusia, Brasil, India, México, Uzbekistán, Alemania y España y encima la verdad es que cada uno tenemos una pinta bastante estereotípica de nuestro país.

El partido era entre los equipos de fútbol americano de las universidades de Waseda y Keio, que por lo visto es un encuentro célebre porque tienen una rivalidad histórica en plan Oxford y Cambridge y aunque quizá en las fotos no se aprecie, había muchísima gente en el estadio a pesar de que era viernes a medio día y realmente todo estaba organizado de una manera muy profesional.


Como no podía ser de otra manera, si tienes fútbol americano, tienes que tener equipos de animadoras y si son japonesas tendrán que estar coordinadas a la perfección, es lo que tiene entrenar todos los días incluidos fines de semana llueva, nieve o truene o se tenga fiebre... Este es el equipo de animadoras de Waseda.



Los jugadores saliendo al campo. Los de rojo son el equipo de los Big Bears de Waseda y los de azul los Unicorns de Keio. Huelga decir que yo no me enteraba de nada y me tiré medio partido buscando el marcador. Al final el compañero mexicano nos explicó los rudimentos del juego a los profanos y empecé a entender un poquito por qué se daban tantas yoyitas.

Teddy Bears animando a los Big Bears :-)
Los Unicorns hablando de sus cositas.
Esta pose siempre me parece graciosa.
Pirámida de animadoras de Waseda. Hicieron muchas más piruetas, pero mi pobre cámara no dio más de sí.

Tras el partido (que según los entendidos estuvo emocionante aunque a mí se me hizo un poco largo y el cual por cierto ganaron nuestros aguerridos chicos de Waseda), la comisión de las Naciones Unidas nos fuimos a dar una vuelta por Shibuya y que los que faltaban por "movilizarse" pudieran comprarse un teléfono. Me dio mucha alegría ver que Shibuya estaba abarrotada y que su famoso cruce (ese que sale en todas las películas y que dicen que es el más transitado del mundo) estaba de nuevo totalmente animado. No es que sea (nada) amiga de las masas de gente, pero es muy buen síntoma ver que todo ha vuelto a la normalidad y que incluso la sobrecarcaga iluminación de los carteles luminosos y pantallas gigantes de los edificios vuelve a estar al 100%, aunque siga siendo contaminación lumínica. Eso es lo que intenté captar en la foto, pero desgraciadamente como ya he mencionado, mi cámara tiene limitaciones importantes y las fotos nocturnas son demasiado para ella. A ver si cobro la beca a mediados de mayo y empiezo a ahorrar para comprarme otra, porque todos lo vamos a agradecer, ¿verdad?

Por cierto que ya he tenido el primer contacto académico con mi facultad y es lo que pasa con las carreras de letras, que por muy internacional que se supone que sea una universidad, a ti te va a tocar chupártelo todo en versión original, lo cual está muy bien...cuando te enteras. El otro día tuve la orientación de los cursos de especialidad (es decir que te meten en una clase con los alumnos de doctorado japoneses y se espera de ti que sobrevivas como puedas) y fue un día intensivo de exprimirse el cerebro a base de bien. Tras la orientación de las clases, visita guiada e instrucciones de uso de los despachos, sala de reuniones, sala del departamento, diversas salas que no creo que vaya a volver a pisar en la vida (como la de creación de cine), explicación exhaustiva pero no por ello más inteligible de todas las bases de datos y sistemas informáticos y un largo etcétera, fuimos a la cena de bienvenida de nuevos alumnos de doctorado a un resturante chino (recordamos que aquí la comida china es de mejor calidad, será que está más cerca). Para colmo mi supervisora (que es quien se supone que tiene que aconsejarme y arroparme un poquito) está super ocupada de conferencias por Europa, así que para mi las sesiones orientativas fueron bastante desorientativas porque estaba más perdida que Wally. Menos mal que un compañero doctorando de curso superior se apiadó de mi ser y me echó una mano en lo que pudo porque en cuanto al resto de alumnos japoneses no se puede decir que fueran muy comunicativos y me miraban con más susto que otra cosa.

Esperaba que la cena fuera un lugar de distensión (como ocurría cuando estaba entre la gente de mi antigua empresa) pero curiosamente se convirtió en algo bastante estresante y no pude evitar echar terriblemente de menos a mis antiguos compañeros. Yo quería sentarme al lado del doctorando que SÍ me hablaba (y que es bastante majete por cierto) pero al final te tienes que sentar donde te toca y una vez que se te sienta un profesor al lado queda feo levantarse y salir corriendo, así que te resignas a tu suerte. El resumen de la cena podría explicarse así:

- Todo el mundo habla a mil palabras por minuto: -50 a la comprensión
- Hay otras 3 extranjeras en tu mesa: + 50 a la esperanza
- Las 3 son bilingües en japonés: -30 a la autoestima
-La chica coreana parece maja pero está en la otra punta de la mesa, la china no sabes por qué pero te mira como si se hubiera atragantado con un limón y no se digna a dirigirte la palabra y la rusa es muy amable pero habla en un tono de voz tan bajo que te preguntas si se estará comunicando con los murciélagos: -50 a la esperanza
-Al otro lado tienes al mencionado profesor que se pone a hablar ex-cátedra del aborto de la gallina (vamos, de su tema de investigación) y otros temas abstractos de oscuro vocabulario. -30 a la comprensión
-De vez en cuando le da pena tu cara de póker y se pone a preguntarte cosas +30 a la esperanza
-Pero tiene un oído sordo -10 a la comunicación
-El oído malo es el de tu lado -20 a la comunicación, + 30 al me-quiero-ir-a-mi-casa

Y así transcurrió la cena. Como mi supervisora no estaba y el resto de profesores y estudiantes eran de otras especialidades del departemento nadie sabía muy bien cómo hablar conmigo y yo había consumido la memoria RAM que me quedaba en la explicación de las bases de datos japonesas, así que tampoco estaba muy inspirada. La chica rusa se fugó antes incluso de los últimos platos (dichosa ella) y a cambio se me sentó al lado una japonesa, gesto que to interpreté erróneamente como "qué maja viene a hacerme compañía" y que resultó ser más bien que venía a hacerle la rosca al profesor no-estéreo que tenía sentado a mi otro lado y pasó de hablar conmigo tres kilos. Aguanté estoicamente hasta que terminó la cena pero cuando dijeron de ir a otro sitio a seguir de copazos mi saturación y yo nos fuimos a casa dejando por el camino una estela de humo de combustión cerebral.

Esto viene porque yo no quería tener que coger cursos de doctorado hasta haber hecho los 6 meses de japonés intensivo para subir el nivel (que a pesar de estar entre el 5 y el 6 de 8 según Waseda está resultando claramente insuficiente), pero por cuestiones académicas tengo que ir este semestre por narices al menos a una clase y un seminario que imparta mi profesora, esté preparada o no. Lo cual promete desde luego todo un mundo de emociones, pero como se suele decir lo que no te mata (aparte de engordar) te hace más fuerte.

A cambio con la gente de la residencia me lo he pasado muy bien estos días, parecen bastante agradables y por ahora hemos hecho buenas migas. Ayer de hecho el compañero indio nos invitó a arroz de tres colores con curry hecho por él y luego estuvimos todos tomando una cerveza juntos en la cafetería de la residencia. La cafetería recibe su nombre porque es la sala con máquinas de café y otras bebidas, no es una cafetería de verdad, pero es donde se hace la vida social de la residencia.

El 6 de mayo comenzarán las clases y los nuevos calentamientos de cabeza pero hasta entonces tenemos vacaciones que aprovecharé para ver a alguna gentecilla que todavía no he tenido oportunidad de saludar y pasarme por unas cuantas exposiciones que tengo pendientes. La verdad es que es una gozada tener una ciudad con una vida cultural tan hiperactiva que es prácticamente inabarcable, hace que merezca la pena incluso la combustión cerebral...