Ningún candidato sabe, o explica, cómo va a financiar el Estado

Una de los puntos más preocupantes del debate de ayer es la financiación. Ambos candidatos, aunque digan lo contrario, tienen un programa caro:

  • Rubalcaba pretende, o dice pretender, que el gobierno no sólo mantenga sino que incluso aumente las partidas de sanidad, educación y pensiones. Además, quiere retomar la senda de la inversión pública para propiciar el crecimiento del que la austeridad franco-alemana ha privado a todo el continente. Además, el socialista quiere perdonar la seguridad social de los empleados que contraten las pequeñas empresas.
  • Rajoy, por su parte, no sólo dice que también va a mantener la educación y la sanidad y va a aumentar las pensiones, sino que detalla (valga la expresión) en su programa una cantidad muy importante de exenciones e incentivos fiscales pensados para dinamizar la economía.

Estas propuestas suenan muy bien (no así otras que llevan en la campaña), pero carecen de todo valor si no se explica cómo se pagan. Y aquí es donde los argumentos de ambos hacen aguas.

  • Rubalcaba presentó medidas más concretas, pero bastante ingenuas y fantasiosas. Que yo pueda recordar:
    • Petición a Europa de que retrase el ajuste presupuestario dos años. ¿Pero esto qué es? Estamos viendo todos los días cómo Europa (o sea, Merkel y Sarkozy) nos va dando con el palo con el déficit, regañando si nos excedemos y aplaudiendo cuando cumplimos bien los planes de ellos. Acabamos de ver cómo desde Francia y Alemania se priva a los ciudadanos griegos del derecho a decidir. ¿Y nuestro gran plan ahora es pedir a Europa? Suena como si mi plan para pagar mi supuesta hipoteca fuera pedirle al Gobierno que apruebe una moratoria.
    • Petición al Banco Central Europeo de una bajada de los tipos de interés. Otra vez algo que no podemos decidir nosotros, sólo pedir. El BCE seguramente bajará los tipos ahora que no está llevado por la gran cabeza de Trichet, pero seguramente no tanto como nos vendría bien a los españoles.
    • Subida de los impuestos al alcohol y al tabaco. Ésta, por lo menos es realista y está en manos del gobierno.
    • Impuesto a las grandes fortunas, al estilo francés. Subir la aportación de los que más tiene es de justicia, pero no tiene tanta repercusión en las cuentas públicas, sobre todo si, como ha dicho, pretende sustituir al impuesto de patrimonio. Estoy de acuerdo en todo lo que sea equilibrar la carga, aunque sea por simbolismo y por justicia, pero mucho me temo que este impuesto no soluciona los presupuestos.
  • Con Rajoy acabo mucho antes. El popular ha mencionado en ocasiones anteriores que va a meter la tijera a todo lo que no sea sanidad, educación y pensiones, sin embargo, no lo mencionó mucho en el debate. Cuando se le preguntó cómo pensaba financiar la sanidad, su respuesta no fue sencilla, fue simplona:
    • Creando puestos de trabajo y una buena situación económica que permita ingresos por la seguridad social, la renta y los beneficios de las sociedades. ¿En serio, Mariano? ¿Lo has pensado tú solito? ¿Crees que a nadie del gobierno se le había ocurrido? Volviendo al símil de antes, es como si el plan para pagar la hipoteca de un parado de larga duración fuese encontrar trabajo.

En resumen, ambos candidatos tienen propuestas muy importantes, pero no saben cómo pagarlas. O no saben gobernar, o no se atreven a comentar lo que realmente tienen planteado. Ambos llevan haciendo política unos veinte años, y han formado parte del Gobierno de la Nación como ministros de Interior, entre otras cosas. Podéis haceros una idea.

Mariaeles

Hay un candidato que sí lo explicó,Cayo Lara, y de una forma bien sencilla y elemental: combatiendo el fraude fiscal y aumentando la presión fiscal respetando el tan abandonado principio de la progresividad.